CUANDO SE PRIORIZA A LA PERSONA, EL PROFESIONAL, CRECE

Según el Washington Post, a los 100 años se llega con buena genética, aire libre y amigos.

Es curioso que la genética es tan solo el 25%, el otro 75% está relacionado con: dónde se vive, qué se come, con qué frecuencia se hace ejercicio y el sistema de apoyo que se tiene a través de amigos o familiares.

Es decir, el 25% es de qué estamos hechos, el 75% qué hacemos con ello. Y en ese qué hacemos no se nombra en ningún momento ninguna profesión. Algo que contrasta muchísimo con una realidad donde 5 días a la semana se está (al menos) 8h al día en un empleo.

Social y empresarialmente, la tendencia es a valorar a las personas en cantidad de actividad que hacen (o producen), es decir, a valorarlas en base a su desempeño. Algo que las personas también tendemos a hacer con nosotras mismas.

¿No me crees? Di en voz alta (y con convicción): “hoy no he hecho absolutamente nada”, ¿cómo te sientes?, ¿Qué pensará de ti la gente de tu alrededor cuando te oiga decir eso? ¿te gusta?

Nos hemos llevado el sistema capitalista a los humanos, y estamos empezando a tomar consciencia de que es necesario cuestionarlo. De que con nosotros, no aplica.

 Cuando se trata de máquinas, dividir utilidad y beneficio, tiene sentido: podemos hacerlas funcionar más para que produzcan más. Hacernos funcionar más, no nos hace producir más. ¿Te suena algo de esto?

  • Horarios extensivos, con productividad (o no) – burnout, agotamiento, desconexión, apatía…
  • Sensación de “no servir”, “no ser útil” cuando no se tiene un ritmo de actividad fuerte, tanto en horas de trabajo como de vida personal? – impactando en autoestima, estrés,…
  • Valoración personal vinculada a la valoración profesional – que implica que con éxito en el trabajo me siento exitoso o exitosa y en la cima, pero sin él… me pierdo

Las personas no podemos dividirnos, somos quienes somos, nuestra esencia es lo que nos mueve, lo que nos alimenta, lo que nos carga realmente las baterías. Los diferentes roles que hacemos, solo son distintas áreas hacia las que dirigimos esa energía, hacia donde dirigimos quienes somos.

Y es que, nuestra energía no se carga solo durmiendo o comiendo bien, se carga también disfrutando con lo que hacemos.

Si piensas en un día en el que hayas estado hasta arriba de trabajo, pero todo te gustaba, ¿cómo lo has terminado? Muy probablemente hasta arriba de energía, feliz y es probable que hayas dormido genial esa noche; por el contrario, un día que no tienes tanta carga, pero te toca hacer todo aquello que te gusta menos, ¿cómo terminas? Seguro que agotado o agotada, tu sueño, es probable que también se haya resentido.

Cuanto más alineado está quienes somos y lo que nos gusta, con aquello que hacemos, más satisfechos y felices nos sentimos. No va de pensar en cosas bonitas, va de conocerse a uno mismo o una misma y actuar en nuestro propio favor.

No corras a buscar otro empleo, la mayor parte de las veces, ese “alinearse” es cuestión de perspectiva. De tener claro quién soy y qué me aporta mi profesión, y, por tanto, qué voy a pedir de ella y qué quiero dar en ella.

Esto es lo que se trabaja principalmente en procesos de coaching personal y empresarial (también en procesos terapéuticos). El poner a la persona en el centro, trabajando desde el autoconocimiento, para tomar perspectiva de qué le aporta a la persona cada una de las áreas de su vida, y, con ello, ser consciente de qué va a tomar de cada una, qué quiere dar de sí misma en ellas y cómo quiere hacerlo.

El resultado son personas que disfrutan mucho más con lo que hacen, suben su nivel de energía y motivación, se vuelven más seguras de sí mismas y con ello sube su capacidad creativa y de resolución de problemas.  Y si, también sube su productividad, especialmente cualitativamente.

Pero además, tienen un valor extra, son un buen virus: su presencia mejora el ambiente y tienden a contagiar su buen ánimo y energía. El disfrute es contagioso.

El yo profesional, el yo personal (con todos los yoes que conlleva), todos, pertenecen a un mismo humano, cuando todos los dirige ese mismo humano, y todos trabajan a su servicio, el humano crece, y con él, todos esos roles que desempeña.

Por Eva Zárate

MÉXICO
Barranca del Muerto 348,
Col Guadalupe Inn, CDMX.

MADRID

Gran Vía 4 28013, Madrid, España.

MIAMI

5805 Blue Lagoon Drive,
Suite 135, Miami, 33126 FL.
© High Speed Solutions. All Rights Reseved.